domingo, 5 de junio de 2011

Todo lo hice yo

Y ahora, delante de aquellas fotografias de nuestros momentos más tiernos me pregunto si hice bien en conocerte. Mi corazón me insulta por como soy capaz de pensar algo así, ya que ÉL fue la razón por la que seguí adelante, los labios que me condujeron hacia la luz propia de su sonrisa, el que me hizo ver el mundo a través de sus ojos, simplemente, la persona que me ayuda a vivir. Pero por otra parte, mi cabeza me golpea, por tonta, por estúpida y por egoista. ¿Cómo puedes hacerle eso a ELLA? Pregunta mi cabeza. Yo no lo hago, yo no mando, yo no quiero todo esto. Contesta mi corazón. ELLA sufre. Le vuelve a decir mi cabeza. Tambien sufro yo, al ver todo lo que le hago. Llora mi corazón. Entonces...¿Qué piensas hacer?. Susurra mi cabeza. ¿Acaso no eres tu la que piensa? ¿Porque debo de decidir yo lo que he de hacer, si se que haga lo que haga, voy a sufrir? Le grita mi corazón. La cabeza pensativa refleja una imagen de los dos. ¿A quién prefieres de los dos? Dice mi cabeza turbada. Los quiero a los dos, pero si estoy a su lado, ELLA sufrirá, así que yo también lo haré. Si le abandono, yo y ÉL sufriremos y entonces me ocasionará la muerte. Ya pasé una vez por esto, cabeza, ya sufrí bastante por AQUEL. Esta vez te toca a ti solucionarlo todo a no ser que quieras que muera para siempre. Corazón marchito y radiante derramaba sangre negra a la vez que hablaba con la cabeza. Espera, y sigue con ÉL hasta que veas que ya eres lo suficientemente fuerte como para poder estar sin verlo y sin hablar con él 3 días sin que sufras. Corazón ni habló, pero si pensó. "Hay cosas que yo no puedo hacer y esa es una de ellas" Cabeza calló y corazón lloró mientras suspiraba "Te quiero"

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